lunes, 9 de junio de 2014

FORMAS MUSICALES CLASICISMO

Distinguimos el concierto, la sonata y la sinfonía.

El concierto es la forma en que la melodía, el ritmo y la armonía se combinan en una composición, diciendo así las cualidades del sonido global de una obra. Dice la forma de relacionarse las diversas voces que intervienen en una pieza musical, sean vocales o instrumentales.
Existe un momento, llamado cadenza o cadencia, al final de algunos movimientos, donde el solista toca sin acompañamiento, es decir, ella sola. Esto lo hace para mostrar su técnica. Esta parte no era escrita en la partitura. Esto quiere decir que la solista improvisaba lo que ella quería.
Aquí dos características que nos han parecido las más importantes:
El concierto no tiene nada que ver con el concerto grosso barroco.
Es en realidad como una sinfonía compartida entre la orquesta y un solista, en la que ambos tienen igual importancia.

Es una obra que la forman o tiene tres o cuatro movimientos, echa para uno o dos instrumentos. inicialmente predominaron las formas de tres movimientos.

En el primer movimiento se sigue un esquema con tres partes. el segundo movimiento es mas lento y tiene un tema más melódico, usando un lied, con forma ternaria. el tercer movimiento tiene un carácter más desenfadado, casi siempre en forma de minueto que es una danza de origen francés.
LIED: Canción lírica breve para voz solista y acompañamiento.
Una sonata si es para una agrupación de cámara puede ser cuarteto, quinteto... si es para una orquesta, se llama sinfonía y si es orquestal, pero con un solista se llama concierto.

Una sinfonía es una obra para la orquesta, dividida en cuatro movimientos, cada uno con un tiempo y estructura diferente; allegro, lento, minueto y allegro brillante o presto.
El tamaño de la orquesta dependía de la obra que había escrito el compositor, pues unas requerían muchos más instrumentos que otras. La sinfonía es la forma musical más famosa del barroco.

RITMO CLASICISMO

El ritmo es regular pero no mecánico, sino que transcurre en función de la frase musical.
El ritmo clásico se caracteriza por su claridad y por un fuerte pulso métrico. El pulso debe ser muy estable, sin embargo, se puede utilizar el “rubato” ya que sabemos que, por ejemplo, Mozart lo menciona en sus cartas cuando habla de cómo interpretar su música.
Rubato: En la terminología musical el acelerar o desacelerar ligeramente el tempo de una pieza a discreción del solista o el director de orquesta.

VOCES E INSTRUMENTOS CLASICISMO

Los de viento aumentan el número de agujeros y llaves para adaptarse a las tonalidades con muchas alteraciones. Algunos instrumentos que surgen en este período son el pianoforte, el arpeggione y el clarinete, mientras pierden vigencia casi hasta su extinción la viola da gamba, el clavicordio, la flauta dulce (que volverá a renacer en el siglo XX), el bajón y el laúd, entre otros. El fortepiano se impuso sobre el clave de tal forma que pasó a ocupar un lugar central en la música de cámara e incluso en los conciertos solistas.
Este es un periodo clave también para la orquesta porque se configura la orquesta sinfónica. De la orquesta de cámara se mantiene la sección de cuerdas como base, aunque esta es ampliada en número. Al avanzar el siglo queda fijada la sección de instrumentos de madera a dos: dos flautas traveseras, dos oboes, dos clarinetes y dos fagotes. La sección de metal solía incluir entre dos y cuatro trompas, dos trompetas (con timbales) y, ocasionalmente, uno o varios trombones. Se abandona la práctica del bajo continuo, y con ello el clavecín en la orquesta, salvo para los recitativos operísticos.

La ópera: Se había convertido en un fastuoso espectáculo de corte, a través del cual los monarcas y aristócratas exhibían su esplendor. Los temas se referían a la mitología y representaban grandes tragedias lírico-heroicas: era la llamada ópera seria, cantada en italiano.
     Las clases sociales menos favorecidas contaban con su propio teatro musical, la ópera buffa: pequeñas actuaciones satírico-burlescas., de breve duración y argumento simple. Recurren a la expresión directa en lenguaje coloquial y se sirven de dos o tres personajes solamente, reduciendo al máximo los elementos musicales. Cobra  mayor importancia la melodía popular de fácil construcción. La opera buffa ganó importancia y nivel artístico durante el Clasicismo, y aparecieron además versiones nacionales, escritas en la lengua local y con diálogos en lugar de recitativos, como el Singspiel en Alemania, la zarzuela en España y la opéra-comique en Francia.

Música religiosa: Un gran número de compositores siguió adscrito al servicio de la Iglesia, y continuaron escribiendo por tanto formas religiosas como la misa y el motete, en general para orquesta, coro y solistas, y en un estilo deliberadamente arcaico. Un ejemplo muy conocido de este género es el Requiem de Mozart.

TEXTURA CLASICISMO

Textura homofónica: Enfrente del contrapunto, que se considera pasado de moda y tan solo se utiliza esporádicamente, y el bajo continuo barroco, que desaparece, el clasicismo presenta texturas basadas en el acompañamiento armónico, es decir mediante acordes y una melodía predominante.
Melodía acompañada: Consistente en el predominio de la voz más aguda, que centra el interés en su melodía, mientras el resto de instrumentos la acompañan; sólo en ocasiones se usa la homofonía o la polifonía imitativa. El acompañamiento es ya escrito explícitamente (desuso del bajo continuo).

MÚSICA DEL CLASICISMO

Clasicismo es el estilo de la música culta europea desarrollado aproximadamente entre 1750 y 1820 por compositores como Wolfgang Amadeus Mozart y Joseph Haydn. Coincide con la época cultural y artística hoy denominada, en la arquitectura, la literatura y las demás artes, Neoclasicismo. Tuvo sus grandes centros de difusión en Berlín, París, Mannheim y, sobre todo, Viena.
Se caracteriza por la claridad de las texturas, la simetría de las frases, la consolidación de la tonalidad plena y el establecimiento de las formas musicales clásicas (sinfonía, sonata, cuarteto...).

 las características principales de la música del Clasicismo son:
  • Uso de la textura de melodía acompañada, consistente en el predominio de la voz más aguda, que centra el interés en su melodía, mientras el resto de instrumentos la acompañan; sólo en ocasiones se usa la homofonía o la polifonía imitativa. El acompañamiento es ya escrito explícitamente (desuso del bajo continuo).
  • Melodías de un mayor carácter cantabile y simétricas, con frases estructuradas en antecedente y consecuente (o pregunta y respuesta), que típicamente se cierran en las armonías de dominante y tónica, respectivamente.
  • Armonías muy claras y funcionales, basadas en los acordes de tónica, dominante y subdominante, que estructuran las frases y la forma musical con cadencias muy claras. El ritmo armónico (velocidad a la que cambian los acordes) suele ser más lento que en el Barroco: es típico el acompañamiento arpegiado llamado bajo de Alberti en el piano, o el trémolo en el acompañamiento orquestal.
  • Se escribe mucha más música en modo mayor (más alegre) que en modo menor. Se amplía el campo de las modulaciones y se usan tonalidades cada vez con más alteraciones.
  • Compás muy claro y regido también por la armonía.
  • Se amplía la orquesta y su rango dinámico. Cada vez se escribe en detalle una mayor variedad de dinámicas y articulaciones, dejando menos espacio a la interpretación del ejecutante.
  • Se usan formas estandarizadas (en particular la llamada forma sonata) pero con gran interés y variedad en la estructura interna de la música. Es en este periodo cuando se definen claramente las formas y estructuras en las que se basa la música culta occidental casi hasta nuestros días: la sonata, la sinfonía y el concierto clásico.

MELODÍA Y RITMO

Melodía: Todas las melodías barrocas muestran más libertad y desenvoltura que las renacentistas. En la Edad Media y el Renacimiento, la música vocal tenía más importancia que la instrumental, y los compositores escribían para los instrumentos con sencillez, como lo hacían para las voces: dentro de un ámbito reducido, evitando los ritmos complicados y lo intervalos difíciles. Pero los instrumentos tienen otras posibilidades, y la música instrumental tomó más importancia, además de que los compositores ya no la escribieran siguiendo modelos vocales, sino con grandes saltos, virtuosismos difíciles, etc. Los compositores procuraban indicar para qué instrumento estaba escrita cada pieza. Pero a veces, dejaban la elección del instrumento al gusto del intérprete.

Ritmo: Muchas obras requerían un tempo constante, con la misma velocidad. Es necesario en las obras para conjunto, con el fin de evitar que los músicos perdieran la pulsación. En las obras para solista se permite más libertad rítmica.

TEXTURA

El bajo continuo es una técnica de composición y ejecución propia y esencial del período barroco, que por ello suele ser denominado época del bajo continuo. Al emplear esta técnica, el compositor crea la voz de bajo pero no especifica el contrapunto o los acordes del ripieno, que deja a cargo del o los intérpretes. El bajo continuo puede contener ‘‘cifras‘‘ para guiar al ejecutante, origen del término bajo cifrado.
El bajo continuo tuvo su origen en ciertos métodos puestos en práctica en el siglo XVI, cuando algunas composiciones corales (como los motetes) eran acompañadas por el órgano a través de una técnica que consistía en improvisar los acordes que mejor se avenían a la armonía del conjunto.
Esta técnica llegó a su pleno desarrollo en los dos siglos siguientes y es característica del barroco, donde fue utilizado por los principales compositores como Bach, Händel o Vivaldi. En ese periodo alcanzó un grado de madurez excepcional, trasladándose al dominio de la música de cámara y de orquesta. Perdió importancia con el advenimiento del clasicismo.

VOCES E INSTRUMENTOS BARROCO.

El campo de los instrumentos musicales experimenta un cambio. Las extensas familias musicales renacentistas quedan reducidas a otros instrumentos característicos de cada de ellas. Algunos instrumentos utilizados en el Renacimiento desaparecen. Otros experimentan modificaciones y otros evolucionan hacia otros más perfeccionados. Y se desarrolla un instrumento que no se había considerado mucho: el violín con toda su familia.
Los constructores del Barroco llegaron a realizar instrumentos de gran perfección. En el caso de la cuerda, es la época de famosas familias de luthiers (los Stradivari, los Amati y los Guarneri) con sus violines, que se consideraban excepcionales y son muy apreciados hoy en día.

Se seguía escribiendo música para un solo instrumento como en el Renacimiento. Los instrumentos preferidos para tocar solos eran los polifónicos. Había muchas formas musicales para instrumento solista:
Tocata: consistía en una composición muy libre y virtuosística, parecida a una improvisación. Normalmente las representaban el órgano o el clave, ya que permitían a los músicos demostrar su dominio del teclado.
Preludio: composición instrumental que precedía a otro movimiento, un grupo de movimientos, o una obra a gran escala. También podía ser un movimiento independiente.
Fuga: composición musical de un solo tiempo, en la que un tema melódico se ve sistemáticamente sometido a la imitación melódica. La textura musical de una fuga descansa en el contrapunto, y su rasgo estilístico más importante es el tratamiento del material temático por medio de la imitación.
Partita: suite de danzas. Es la elección libre de danzas y de movimientos característicos.
Sonata: composición musical para uno o más instrumentos.
Variaciones: cambiar partes de ella a la vez que se conservan otras sin alterar, como en una canción folclórica en la que la segunda frase tiene una nueva melodía pero el mismo ritmo que la primera.

Música vocal profana:
Apareció un forma vocal profana que fue la más importante de la época: la ópera. El primer tipo de ópera fue la ópera seria. Los inicios de la ópera se encuentran en Italia a finales del siglo XVI, La primera fue `'Eurídice'', de Jacopo Peri, en el 1600. Entre las siguientes destaca `'Orfeo'' de Claudio Monteverdi (1607).

Elementos de la ópera:

Recitativo: consistía en aplicar a un texto una melodía que imitaba el ritmo y la entonación en la voz hablada. Su acompañamiento era el bajo continuo y los acordes.

Aria: fragmento interpretado por un solista vocal con acompañamiento instrumental. la melodía era muy libre, no subordinada al texto. Los cantantes improvisaban ornamentos de gran virtuosismo. Su acompañamiento era el bajo continuo, intervenciones de la orquesta completa o de instrumentos solistas.
Obertura: pieza instrumental que la orquesta interpreta al comienzo de la ópera como introducción.

Coro: fragmento de música coral. Se utilizaba especialmente para representar multitudes de gente.

Danzas: fragmentos instrumentales destinados a ser bailados por los artistas en algún momento de la representación.

Música vocal religiosa:
En el Barroco se continuaron escribiendo motetes y misas. También aparecieron nuevos tipos de música vocal religiosa:
Oratorio: obra teatral cantada de temática religiosa. Apareció a finales del s. XVI. Se pasó a interpretarlos sin acción teatral. Tiene la misma estructura que la ópera, la única diferencia es que el oratorio es de temática religiosa y no se representa.
Pasión: relataba la muerte y la representación de Cristo.
Cantata: similar al oratorio en estructura y movimientos, aunque sin acción dramática y de duración menor.

ARMONÍA BARROCO.

Los compositores barrocos prestaban especial atención a los acordes. Pero la escritura contrapuntística se siguió utilizando, aunque sometida al encadenamiento de los acordes. Esto favoreció a la aparición del bajo continuo: sistema de acompañamiento característico de la música barroca, que consiste en una línea de bajo sobre la cual se interpretan unos acordes contrapuntísticos. El compositor escribía nada más la partitura de la línea de bajo. Los acordes no se escribían, pero se indicaban con pequeños números (cifrado) sobre los cuales el intérprete improvisaba. Los instrumentos más utilizados eran:

Para Interpretar Acordes (instrumentos polifónicos): clave, órgano, laúd, arpa, tiorba, guitarra.

Para Interpretar Bajo Continuo (instrumentos melódicos): violonchelo, viola de gamba, clave, fagot, contrabajo.

La alta consideración que tenía el bajo continuo quedó demostrada en el hecho de que a menudo era el maestro de capilla el que lo interpretaba con órgano o clave.

MÚSICA DEL BARROCO

La música barroca es el estilo musical europeo, relacionado con la época cultural homónima, que abarca aproximadamente desde el nacimiento de la ópera en torno a 1600 hasta la muerte de Johann Sebastian Bach, en 1750. Es uno de los estilos de la generalmente llamada música clásica o culta europea, antecedido por la música del Renacimiento y seguido por la música del Clasicismo. Caracterizada por la aparición de la tonalidad y el uso del bajo continuo, la barroca fue la época en la que se crearon formas musicales como la sonata, el concierto y la ópera. Entre los músicos del Barroco destacan Johann Sebastian Bach, Georg Friedrich Händel, Antonio Vivaldi y Domenico Scarlatti.

Las principales características comunes de la música de la época barroca son:
  • La polarización de la textura hacia las voces extremas (aguda y grave). Destacan la voz superior y el bajo, abreviándose la escritura de las intermedias en el llamado bajo continuo; esta textura suele llamarse bipolar o de monodía acompañada.
  • La presencia obligatoria del bajo continuo: junto a la línea melódica más grave (el bajo) se escriben unas cifras que resumen la armonía de las voces superiores.
  • El desarrollo de la armonía tonal. El ritmo armónico es rápido (cambio frecuente de acorde).
  • El ritmo del propio bajo establece un compás claro y sencillo (sea binario o ternario), muy uniforme.
  • El desarrollo de un lenguaje instrumental propio diferenciado del vocal. En los teatros de ópera aparece la orquesta, con predominio de instrumentos de cuerda frotada, base de la actual orquesta sinfónica.
  • La aparición de nuevas formas vocales e instrumentales: la ópera, el oratorio y la cantata, el concierto, la sonata y la suite.
  • Fuertes contrastes sonoros (entre coros, entre familias instrumentales o entre solista y orquesta).
  • El amplio espacio dejado a la improvisación, tanto en obras libres como en las ya escritas, en forma de ornamentación.